Ambrosio Sauto y su esposa vuelven al palco principal del Teatro Sauto
Ambrosio de la Concepción Sauto ofreció casi toda su fortuna para que el edificio neoclásico se construyera y nunca quiso ser el dueño, concedía sus acciones al ayuntamiento de Matanzas. Él junto a su esposa Juana Jenckes, acostumbraban a darle la bienvenida a quienes asistían a las funciones del Teatro Sauto.
Leonel Pérez Orozco, Conservador de la ciudad de Matanzas, explicó a la prensa que esta acción se desarrolla luego de una minuciosa investigación desde 2006 que permitió identificar la osamenta de ambas figuras en el Cementerio San Carlos Borromeo de Matanzas y realizar posteriormente la exhumación.
“El estudio antropológico efectuado por el equipo de conservación del teatro arrojó los principales problemas de salud en la vida de este hombre, quien sufrió la enfermedad del cólera que le dejó secuelas, fuertes dolores de columna, entre otros padecimientos”, aseguró.
Según el especialista los restos de Ambrosio de la Concepción Sauto se encuentran casi completos pues se resguardaron en una caja de hierro, donde permanecían zapatos de la época, tirantes de pantalones, alfileres de oro; mientras los de su esposa que fueron enterrados en una caja de madera mostraban un considerable deterioro.
“Como muestra de agradecimiento los restos de Sauto y su esposa ahora descansan detrás del palco que les perteneció, ese lugar fue su único privilegio. Desde allí hacían sonar una campanilla antes
de comenzar cada espectáculo y marcaron esa tradición”, destacó Pérez Orozco.
Durante la ceremonia también fueron develadas dos tarjas dedicadas al arquitecto italiano Daniel Dall'Aglio, quien construyó el majestuoso inmueble y a su benefactor Ambrosio de la Concepción Sauto.
El Teatro Sauto se encuentra en la fase final de un detallado proceso de restauración y su reapertura depende de la llegada de la Pizarra General Eléctrica y la bomba de agua del equipo de climatización,
recientemente instalado.



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